DEL CONCURSO “BUSCANDO LA LLAJUA MÁS IRREVERENTE”.
Ilda Quispe ganó el concurso Buscando la Llajua más Irreverente en La Paz con receta familiar; participaron 30 cocineros en plaza Camacho.
La segunda versión del concurso “Buscando la Llajua más Irreverente” realizado el pasado 23 de julio, ya tiene a sus ganadores. El primer lugar fue otorgado a Ilda Quispe, quien conquistó al jurado con una receta tradicional enriquecida con un ingrediente secreto que heredó de su abuela. El evento se llevó a cabo en la plaza Camacho de la ciudad de La Paz y reunió a 30 participantes.
El concurso, organizado por el colectivo gastronómico cultural Sabor Clandestino, desarrolló la actividad en un espacio público, contó con una masiva asistencia de la población. El clima favorable acompañó una tarde animada por la degustación de bocaditos salados, dulces y bebidas calientes, mientras los concursantes presentaban sus versiones creativas de la tradicional llajua boliviana.
Ilda Quispe se destacó gracias al uso de semillas deshidratadas de ají amarillo y ají colorado, un toque especial aprendido de su abuela. Esta técnica ancestral aportó un sabor distintivo a su preparación, lo que le valió el primer lugar en la competencia. Alex Choquetarqui y Sandra Quispe obtuvieron el segundo y tercer lugar, respectivamente.
El jurado estuvo integrado por chefs reconocidos y representantes populares: Anahí Reyes, Milton Sosa, Yandira Layme (caserita del mercado Rodríguez), Ana Alicia Layme (campeona 2024) y Diego Vega (subcampeón 2024). Todos coincidieron en destacar el alto nivel de creatividad y el rescate de sabores tradicionales.
La actividad permitió resaltar la importancia de la llajua como parte del patrimonio culinario boliviano y fomentar la revalorización de saberes intergeneracionales. Asimismo, ofreció una oportunidad para que cocineras y cocineros presenten sus innovaciones sin perder la esencia del sabor nacional.
El concurso Buscando la Llajua más Irreverente se consolida como un espacio de encuentro cultural y gastronómico que celebra la diversidad, la identidad y la creatividad culinaria de Bolivia. Con esta segunda edición, se reafirma el interés del público por preservar y reinventar los sabores tradicionales.